• Desafío al corazón. Capítulo {75}

10:47

|| 5 días más tarde ||
-¡Danny! – exclamó riendo. - ¡Déjame ya! ¡Danny! – volvió a exclamar entre risas mientras él le hacía cosquillas encima del césped.
-No, retira lo que dijiste de mí. – dijo entre risas.
-¡Danny, que me voy a morir! – dijo con la respiración entrecortada mientras reía sin parar.
-Lo haré cuando retires lo que dijiste. – carcajeó esta vez él.
-Vale, vale. Para.
-Dilo.
-Era broma Danny, era broma. – dijo entre risas.
Él carcajea y ella gira la cabeza sin parar de reír. Danny se queda observándola con detenimiento. Sin duda aún no la había olvidado. Siempre se había preguntado que había sido de ___. Ella ha cambiado muchísimo desde la última vez que la vio. Ahora tiene cinco años más y sin duda está más hermosa que nunca. Nunca penséis que no vais a volver a ser besados, porque siempre va a haber unos labios que os inciten a devolverles el beso. Hazlo cuando se deba hacer, no cuando sientas la garra del miedo apretando tu estómago. Quieto. Para. No te sigas acercando. ___ se queda observándolo, están demasiado cerca y esa cercanía le presiona en el pecho. Con un ágil movimiento le echa a un lado y se levanta. Le tiende la mano y él duda observándola un instante, luego la toma y se pone en pie con un pequeño saltito.
-¡Oye, espérame!
-Anda, vamos.
Ella toma aire y comienza a correr sin parar. Danny la sigue, metros más atrás. ___ siempre ha sido buena en los deportes. A él le comienza a faltar el aire. Ella mira hacia atrás. Se ríe y niega con la cabeza.
-¡Pareces un abuelo! ¡Mueve el culo!
Él carcajea mientras corre. Hasta que la alcanza. ___ abre la puerta de su casa rápidamente y lo espera con la respiración a mil.
-Esto no es bueno para mí. – dice demasiado rápido con la mano en el estomago. Vaya tío, que mal te ves.
-Pero si no ha sido nada Danny. – carcajea ella y tira de él hacia adentro.
-Claro, como tú eres buena corriendo. – dice él.
-¿¡Mamá!? – grita con fuerza. Corre a la cocina pero no hay nadie. Una pequeña nota se divisa encima de la mesa.
“Vuelvo en la tarde ___, fui con Rick a casa de su hermana. Aquí te dejo dinero para que te pidas algo de comer, no me dio tiempo a hacer nada, lo siento.”
Vaya. Se eleva de hombros y lanza el papel a la basura.
-¡DANNY!
-¿¡QUÉ!?
-Me voy a la ducha, vete pidiendo pizzas. Hoy comes conmigo.
-¿Cómo?
-Lo que escuchaste. ¡Ya bajo!
Sube corriendo las escaleras y se encierra en el baño. Abre el grifo y deja que esta le caiga en su cabeza. Espera que le ayude a ordenar un poco sus pensamientos. Pero como nuevamente no lo consigue. Él sigue ahí. No es el tiempo quien nos cura sino nosotros mismos. Y ya está se acabó. Ya no hay un tú y yo, ni un nosotros, tampoco queda que te tenga guardado en el móvil como “Gatito”, ni que tú me digas cosas bonitas. Estoy harta, harta de mi misma, harta de estar harta y todo esto es culpa de que me hiciste creer que podíamos volar. Y es que en realidad contigo despegué muchas veces los pies del suelo y la culpa es que me gustaba tanto la idea de poder volar, que aunque me cayera de bruces volvía enseguida a intentarlo de nuevo por ahí y claro, siempre estabas tú ahí para cogerme.
Danny se tumba en el sillón recuperando aún el aliento. Un sonoro “bip, bip, bip, bip” suena en la cocina. Se levanta con suma pereza y bosteza. Es el teléfono móvil de ella. Lo observa. “¿Lo cojo?” “No, mejor no”. Se gira para marcharse pero vuelve a sonar. “Quizás es urgente”.
-¡____!
-¡¡____!!
-¡¡¡¡_______!!!
-¡¡¿QUÉ?!! – el grifo cesa.
-¡Te están llamando!
-¡Pues cógelo bruto! ¡¿No vez que me estoy duchando?!
-¡Vale, vale!
Descuelga.
-¿Sí?
Firme Justin, mantén la voz firme.
-¿Con quién hablo?
-Con Danny.
Danny. Listo, ya está.
-¿Quién eres tú? – pregunta esta vez Danny con duda. Justin se mantiene en silencio.
-Lo siento me he equivocado.
Y cuelga. Y la distancia le ha demostrado que no estaba a su favor, que esperar para ver si las cosas mejoraban siempre había sido un mal pensamiento.
-¿Quién era? – pregunta ___ con un albornoz mientras se cepilla el cabello. Él la repasa con la mirada y luego dirige la mirada al teléfono.
-Se habían confundido.
-Qué raro. – carcajea esta vez ella. Él se mantiene al margen, extrañado.
-¿Pediste las pizzas?
-Sí, ya estarán al llegar.
-Bien. Voy a vestirme.
Lleva el pelo húmedo y despeinado, pero, aun así, parece que acaba de rodar un anuncio para una marca de champú. Una leve sonrisa curva sus labios perfectos mientras muerde un pedazo de pizza. Danny sacude la cabeza. Todo esto lo está volviendo a sentir extraño. Se centra en su pizza y da un sorbo a su Coca-Cola. Han puesto a tres metros sobre el cielo, esa película siempre fue la favorita de ___. Ella sonríe, carcajea e incluso llora con la muerte del amigo del protagonista. Se siente identificada totalmente con la película por eso le gusta tanto. Danny la observa de vez en cuando. Parece una niña. Pero luego la niña la abandona y se convierte en toda una mujer. Escenas de sexo. Ella traga saliva intentando no reír. Esta situación es algo incomoda. Danny la mira y suelta una carcajada. Está sonrojada por el momento.
-Tranquila, nada que no sepa. – carcajea él con ironía.
-Supongo. – carcajea esta vez ella.
-Voy a recoger esto.
Danny se pone en pie y coge las cajas de las pizzas. Ella se queda en el sillón, hora Babi está besándose con Step. Step le recuerda tanto a Justin…

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